domingo, 20 de noviembre de 2011

Después del Requiem hay vida

Últimamente parece que toda nuestra vida gira alrededor del Requiem, tenemos su melodía continuamente en nuestra cabeza, no nos cansamos de esta obra, ¿por qué será? podríamos dar muchas razones, pero la más importante nos la ha explicado este fin de semana, en el ensayo, el Maestro Conti.

El Requiem de Mozart está lleno de sentimiento, para Marzio ese sentimiento se llama amor. Amor a la humanidad. La música nos une y nos hace mejores.

Si conseguimos en el concierto del próximo jueves 24, transmitir lo mismo que hemos sentido en los ensayos, lograremos sembrar una semilla de amor entre los que vengan a escucharnos. Será nuestra pequeña aportación a este momento de crisis mundial por el que estamos pasando y que nos está afectando a todos, en mayor o en menor medida.

Para este gran director es primordial la conexión con el público, llegar a envolverle bajo una cúpula imaginaria en la que estemos todos.

Nosotros, precisamente por ser coralistas amateurs, podemos hacer que brote desde lo más profundo de nuestro ser, la magia de la música y lograr que los espectadores sientan y compartan nuestra felicidad. Suena un poco cursi, pero al final es lo que queremos todos, ¿no?

Este fin de semana hemos aprendido muchas cosas, además de ensayar el Requiem de Mozart.

Tenemos suficiente energía entre todos para cambiar un poco este mundo.

¡Intentémoslo, al menos!

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